CAMBIOS PSICOLOGICOS QUE SE
PRODUCEN EN LAS DIFERENTES ETAPAS DEL DESARROLLO
Se
desarrolla en el vientre materno, desde la concepción del nuevo ser hasta su
nacimiento. Pasa por tres periodos:
- Periodo zigótico: Se inicia en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide fecunda al óvulo y se forma el huevo o zigoto. Este comienza entonces a dividirse y subdividirse en células y aumenta de tamaño hasta formar el embrión, que al final de la segunda semana se arraiga en el útero.
- Periodo embrionario: Dura unas 6 semanas, en las cuales el embrión se divide en tres capas que se van diferenciando hasta formar el esbozo de los diversos sistemas y aparatos corporales.
- Periodo fetal: Es la culminación del embrión. El feto ya tiene la definida forma de un ser humano, que después de desarrollarse aceleradamente durante 7 meses, abandona el claustro materno en el acto del nacimiento.
De: Ubaldo Chueca SDB
PSICOLOGÍA
Ed. Salesiana, Pg 36-37
Hoy en
día se da mucha importancia a esta etapa, puesto que se ha comprobado que
precedentemente al nacimiento hay formas de actividad. La madre, con sus
situaciones psicoafectivas troquela en el feto su propia urdiembre. Por medio
de ella llegan al niño los primeros mensajes de la vida. Recepta la alegría o
la contrariedad del padre, el alborozo o fastidio de sus hermanitos, las
angustias y satisfacciones de la madre...
Esta
etapa es la materia prima de las demás. Se está gestando ya el
futuro de su personalidad. Todo lo que pasa dentro y fuera de su fuente
vital deja huella en su ser.
A
partir de los tres meses la personita responde a los estímulos internos y
desde los seis meses a los externos. Hay, pues, formas de sensación y
actividad.
Se
puede suponer un psíquico elemental, difuso, con un estado indistinto de sueño, con variaciones afectivas
de malestar y bienestar.
|
Es la
etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años.
Desarrollo
físico y motor: El neonato pesa normalmente entre 2.5 a 3 kgs y
tiene una estatura promedio de 0.50 m. Tiene una cabeza desproporcionada en
relación con su cuerpo y duerme la mayor parte del tiempo. Pero no es un ser completamente pasivo ya que
gradualmente va reaccionando a la variedad e intensidad de los estímulos de su
nuevo ambiente.
- Aparecen los primeros actos reflejos:
- Succión del pecho materno
- Contracción pupilar.
- Reacción ante sonidos fuertes y ante diversos sabores.
- Realiza movimientos espontáneos e indiferenciados:
- Agita y retuerce su cuerpo
- Mueve los brazos y piernas (pedalea)
- Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación y excitación que acompañan a los movimientos espontáneos y que se producen ante estímulos agradables o desagradables.
- En el desarrollo motor observamos lo siguiente:
·
- A las 15 semanas: Puede coger un objeto perfectamente.
- A las 25 semanas: Se sienta solo.
- A las 45 semanas: Gatea
- A los 15 meses: Ya camina solo.
- A los 2 años: Sube las escaleras solo.
- A los 3 años: Corre de una manera más uniforme, puede lavarse y secarse las manos solo, alimentarse con una cuchara sin ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones.
Desarrollo
cognoscitivo: Según Piaget, el infante, hasta los 6 o 7 años, pasa por los
siguientes periodos de desarrollo de la inteligencia:
1.
Periodo de inteligencia senso – motora: El infante se interesa en ejercitar sus
órganos sensoriales, sus movimientos y su lenguaje que le van permitiendo el ir afrontando
determinados problemas. Así, entre los 5 y 9 meses, el bebé moverá su
sonaja para escuchar el ruido.
2.
Periodo de la inteligencia concreta:
A. Fase
del pensamiento simbólico (2 – 4 años) Aquí el niño lleva a cabo
sus primeros tentativos relativamente desorganizados e inciertos de tomar
contacto con el mundo nuevo y desconocido de los símbolos. Comienza la adquisición sistemática del lenguaje
gracias a la aparición de una función simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Por ejemplo, el niño que le
regalaron una pelota grande y de colores que está colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin llevar la pelota
de siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota; él
llevará la que está de adorno porque para él no hay más pelota que la que le
regalaron.
B. Fase
del pensamiento intuitivo (4 – 7 años) Se basa en los datos perceptivos. Así dos vasos llenos de la misma
cantidad de bolitas, el niño dirá que hay más en el vaso largo. En este periodo
el desarrollo del niño va consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo
consigue creando una estructura llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a
realizar operaciones lógicas de modo concreto y sobre cosas manipulables. Encuentra caminos
diversos para llegar al mismo punto (sabe armar rompecabezas).
En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo
gira entorno al "yo" del infante y es incapaz de distinguir entre su
propio punto de vista y el de los demás. También en este periodo predomina el juego y la fantasía, por lo que el infante gusta de cuentos, fábulas y leyendas. Mediante su exaltada fantasía dota de vida a los
objetos y se crea un mundo psicológico especial.
Desarrollo
afectivo, sexual y social: Se distinguen tres fases:
Fase
oral: El niño nace preparado a conservar la vida mamando, y mientras se nutre
tiene las primeras relaciones con los demás, creando de este modo un nexo entre
afecto y nutrición y entre necesidad de los otros y actividad oral.
El niño llevará – para experimentar y comunicar con los demás: todo a la boca,
(siente placer).
La
relación oral incluye la comunicación a través del tacto, el olor, la posición del
cuerpo, el calor, los nexos visuales, el rostro de la madre, etc.
Esta
etapa se supera, pero siempre nos quedan rezagos tales como mascar chicle,
fumar, llevar objetos a la boca.
Hay
casos en que no se supera esta etapa, entonces tenemos el carácter oral como el sujeto totalmente dependiente e
inseguro.
|
Fase
anal: Se denomina así porque el niño ya comienza a controlar sus esfínteres y
obtiene un placer reteniendo los movimientos intestinales que estimulaban la
mucosa anal.
Hay que
tener en cuenta que el efectivo control de la defecación se alcanza sólo luego que ha sido
posible el control muscular a través de la maduración de los rasgos nerviosos
de la médula espinal. Por tanto una educación
prematura a la limpieza lleva a fijar a la persona en el carácter anal; por ejemplo: El avaro. El
coleccionar objetos es un rezago de analidad.
Fase
elíptica: El infante desarrolla un intenso amor por el progenitor del sexo opuesto. El niño se apega a la madre y la niña al
padre.
El niño
es posesivo, de aquí que el padre es sentido un intruso y un rival (complejo de
edipo). En esta rivalidad frente al padre, el niño teme ser destruido por el
padre (complejo de castración). Al mismo tiempo nace una angustia en el niño o
por el temor confirmado de poder ser destruido por el padre o por su hostilidad
frente a un padre que, pese a todo, lo quiere (sentimiento de culpa).
Finalmente el niño descubre que para llegar a poseer a su madre tiene que
llegar a ser todo un hombre como su padre (principio de identificación). Aquí
es cuando el niño comienza a interiorizar las normas de los padres conformándose el "super
yo". Analógicamente se llega a la identificación de la niña con su madre.
La
mayoría de los problemas en las etapas posteriores tienen su origen en un Edipo
no resuelto. Son manifestaciones de una fijación en esta etapa cuando hay falta
de identificación con su propio sexo. Concluimos afirmando que, en esta etapa,
el niño aprende a ser varón y la niña a ser mujer.
Se sitúa
entre los 6 y 12 años. Corresponde al ingreso del niño a la escuela, acontecimiento que significa la convivencia con
seres de su misma edad. Se denomina también "periodo de la latencia",
porque está caracterizada por una especie de reposo de los impulsos
institucionales para concentrarnos en la conquista de la socialidad.
Las
socializad que comienza a desarrollar es "egocéntrica": "Todo
sale de mí y vuelve a mí", "Te doy para que me des". Sus mejores
amigos son los que le hacen jugar, le invitan al cine o un helado".
El niño,
al entrar en la escuela da pie al desarrollo de sus funciones cognoscitivas, afectivas y sociales.
F.
Afectivas: En cuanto que el niño sale del ambiente familiar donde es el centro
del cariño de todos para ir a otro ambiente donde es un número en la masa;
donde aprende y desarrolla el sentimiento del deber, respeto al derecho ajeno amor propio, estima de sí, etc.
F.
Social: La escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más
incidentes sobre la personalidad.
Características
principales en esta etapa:
- Aprende a no exteriorizar todo, aflora, entonces, la interioridad.
- Son tremendamente imitativos, de aquí que necesiten el buen ejemplo de sus padres.
- El niño se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es.
- Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
- Adquiere un comportamiento más firme sobre sus realidades emocionales.
Es la
etapa en que el individuo deja de ser un niño, pero sin haber alcanzado aún
la madurez del adulto. Sin embargo, es un tránsito complicado y difícil que
normalmente debe superar para llegar a la edad adulta. Se considera que la adolescencia se inicia aproximadamente a los 12 años promedio,
en las mujeres y a los 13 años en los varones. Este es el momento en que
aparece el periodo de la pubertad, que cambia al individuo con respecto a lo que
hasta entonces era su niñez.
En la
adolescencia se distinguen dos etapas:
1)
Pre-adolescencia (fenómeno de la pubertad)
2) Adolescencia
propiamente dicha.
1. La
Preadolescencia:
- Desarrollo físico: Se produce una intensa actividad hormonal. Se inicia a los 11 o 12 años en las mujeres y a los 13 o 14 años en los varones. En las mujeres aparece la primera menstruación y en los varones la primera eyaculación; pero en ambos todavía sin aptitud para la procreación. En ambos sexos aparece el vello púbico.
Se da
también un rápido aumento de estatura, incremento en el peso, aparición de
caracteres sexuales secundarios; en las mujeres: senos, caderas, etc. En los
varones: Mayor desarrollo muscular, fuerza física, aumenta
el ancho de la espalda, cambio de voz, pilosidad en el rostro, etc.
- Desarrollo cognoscitivo:
- No confunde lo real con lo imaginario y por tanto puede imaginar lo que podría ser.
- Usa con mayor facilidad los procedimientos lógicos: análisis, síntesis… Descubre el juego del pensamiento.
- Desarrollo su espíritu crítico.
- Discute para probar su capacidad y la seguridad del adulto.
- En ocasiones es fantasioso, pero con poca frecuencia. Hay una proyección de sí en el porvenir; pero también a veces evade lo real.
- Desarrollo tendencial:
- Tiene necesidad de seguridad pero a la vez una necesidad de independencia de sus padres.
- Esto hace que despierte la necesidad de libertad, de ser independiente y libre; para ello emplea la desobediencia como una necesidad.
- Desarrollo afectivo:
- Gran intensidad de emociones y sentimientos.
- Hay desproporción entre el sentimiento y su expresión.
- Las manifestaciones externas son poco controladas y se traducen en tics nerviosos, muecas, refunfuños, gestos bruscos, gritos extemporáneos.
- Pasa con facilidad de la agresividad a la timidez.
- Desarrollo social:
- Creciente emancipación de los padres.
- Busca la independencia pero a la vez busca protección en ellos.
- Se da mutua falta de comprensión (con sus padres)
- Tiene necesidad de valorarse, de afirmarse, de afiliación y de sentirse aceptado y reconocido por los de su entorno.
- Su principal interés son las diversiones, el deporte, etc.
- Desarrollo sexual:
- Tendencia a la separación entre chicos y chicas.
- Gran curiosidad por todo lo relacionado con la sexualidad
- Desarrollo social:
- Va pasando de la heteronomía a la autonomía.
- Aquí influye mucho la moral de la familia como testimonio. Así el adolescente será capaz de:
- Fijar metas y objetivos propios.
- Organizar su actividad en conformidad con sus proyectos.
- Organizar mejor y eficientemente su tiempo libre.
- Desarrollo religioso:
El
desarrollo religioso puede ser problemático cuando:
- Los padres no dan testimonio, usan la religión como disciplina y no son estables.
- Cuando el muchacho encuentra serias dificultades en el ramo de la sexualidad.
- Cuando la religión, en el ambiente social, es considerado como "cosa de mujeres", "pueril".
- Cuando la catequesis recibida en la infancia ha sido formalista y separada de la vida.
De lo
contrario el desarrollo religioso es satisfactorio.
2. La
Adolescencia propiamente dicha:
- Desarrollo Cognoscitivo: La adolescencia es la etapa donde madura el pensamiento lógico formal. Así su pensamiento es más objetivo y racional. El adolescente empieza a pensar abstrayendo de las circunstancias presentes, y a elaborar teorías de todas las cosas. Es capaz de raciocinar de un modo hipotético deductivo, es decir, a partir de hipótesis gratuitas y, procediendo únicamente por al fuerza del mismo raciocinio, llegar a conclusiones que pueden contradecir los datos de la experiencia.
La
adolescencia es también la edad de la fantasía, sueña con los ojos abiertos ya
que el mundo real no ofrece bastante campo ni proporciona suficiente materia a
las desmedidas apetencias de sentir y así se refugia en u mundo fantasmagórico
donde se mueve a sus anchas.
Es
también la edad de los ideales. El ideal es un sistema de valores al cual tiende por su extraordinaria importancia.
El adolescente descubre estos valores y trata de conquistarlos para sí y para
los demás. Aunque este hecho no afecta a todos los adolescentes. Depende de la formación recibida.
- Desarrollo motivacional: Según Schneiders , en el adolescente sobresalen los siguientes motivos:
·
- Necesidad de seguridad: Se funda en un sentimiento de certeza en el mundo interno (estima de sí, de sus habilidades, de su valor intrínseco, de su equilibrio emocional, de su integridad física) y externo (económica, su statuts en la familia y en el grupo). El adolescente puede sufrir inseguridad por los cambios fisiológicos, la incoherencia emotiva o por la falta de confianza en los propios juicios y decisiones.
- Necesidad de independencia: Más que una existencia separada y suficiencia económica, significa, sobre todo, independencia emocional, intelectual, volitiva y libertad de acción. Se trata de una afirmación de sí.
- Necesidad de experiencia: Fruto del desarrollo y la maduración que en todos sus aspectos son dependientes de la experiencia. Este deseo de experiencia se manifiesta claramente en las actividades "vicarias" (TV, radio, conversación, cine, lecturas, juegos, deportes). Por esto mismo se meten en actividades poco recomendables: alcohol, drogas, etc.
- Necesidad de integración (de identidad): Que es un deseo inviolable y de valor personal.
- Necesidad de afecto: Sentir y demostrar ternura, admiración, aprobación).
- Desarrollo afectivo: Es difícil establecer si la adolescencia es o no un periodo de mayor inestabilidad emotiva . Pero nada impide reconocer la riqueza emotiva de la vida del adolescente y su originalidad.
La
sensibilidad avanza en intensidad, amplitud y profundidad. Mil cosas hay ante
las que ayer permanecía indiferente y, hoy, patentizará su afectividad. Las
circunstancias del adolescente, como la dependencia de la escuela, del hogar,
le obligan a rechazar hacia el interior las emociones que le dominan. De ahí la
viveza de su sensibilidad: al menor reproche se le verá frecuentemente rebelde,
colérico. Por el contrario, una manifestación de simpatía, un cumplido que
recibe, le pondrán radiante, entusiasmado, gozoso. El adolescente es variado en
su humor.
- Desarrollo social: Tanto el desarrollo cognoscitivo, como el motivacional y afectivo agilizan el proceso de socialización. El adolescente tiene en su comportamiento social algunas tendencias que conviene reseñar:
·
- A medida que crece, son mayores y más variadas sus experiencias sociales.
- Este mayor contacto con la sociedad favorece un conocimiento más real de la sociedad.
- Mayor conciencia de los demás, así como una progresiva conciencia de pertenencia a una clase social
- Otras tendencias importantes son la madurez de la adaptación heterosexual, la búsqueda de status en el grupo de compañeros de la misma edad y la emancipación de la familia.
En este
proceso de socialización encontramos en el adolescente una serie de
oscilaciones tales como:
- Oscilación entre excitación y depresión: trabajo y ocio, buen humor y llanto.
- Oscilación entre sociabilidad e insociabilidad: delicados e hirientes, tratables e intratables.
- Oscilaciones entre confianza y desconfianza de sí mismos.
- Oscilaciones entre vida heroica y sensualidad.
En esta
época aparecen rivalidades y luchas para obtener el poder y ejercerlo sobre lso
demás. Prueba sus fuerzas físicas y así se convierte en agresivo, lo que se
manifiesta con ciertos actos exteriores (se golpean unos a otros), palabras
agresivas (se insultan), manifestaciones reprimidas y ocultas, agresividad
contra sí mismos, agresividad contra las cosas.
La
situación del adolescente frente a la familia es ambivalente: Por una parte
está la emancipación progresiva de la familia, lo que implica un riesgo; y por otra, el adolescente percibe que su familia
es fuente de seguridad y ayuda, con miedo a perderla.
Esta
situación puede o no ser conflictiva. Depende cómo los hijos son educados. Será
entonces, conflictiva:
- Por las relaciones personales precedentes defectuosas.
- Por el sentido de inutilidad por parte de los padres.
- Por sobreprotección parental o por abandono.
- Por dudas de parte de los padres en torno a la responsabilidad de sus hijos.
- Por el fenómeno de la constancia perceptiva, a través de la cual a los hijos se les ve siempre "niños".
- Por las frustraciones de los padres proyectadas a sus hijos que llevan a una identificación a la inversa y a una mala interpretación.
- Los padres afrontan los problemas de hoy en contexto de ayer.
- Por el hecho de que los padres son adultos y representan a la clase privilegiada, que niega al adolescente el "status" del mismo género.
- Por el "conflicto de generaciones" debido a los contrastes que pueden surgir por la diferencia de edad entre dos generaciones.
Una línea
de solución está en la comprensión, en un gradual proceso decisional
comunitario. Durante la adolescencia, la escuela favorece la reorganización de la personalidad sobre la base de la independencia. La escuela
facilita:
- La emancipación de los padres
- Un status autónomo fundado sobre su propia acción.
- La constitución de grupos
- Una mayor independencia volitiva al tratar con los adultos.
Pero
también la escuela puede presentar los siguientes obstáculos:
- Puede desatender problemas vitales (si se limita a lo intelectual)
- Ignora al estudiante como individuo (sólo exige rendimiento)
- Prolonga las relaciones adulto – niño.
- Algunas escuelas son el campo de batalla de contiendas ideológicas y políticas.
Hemos de
ver también las relaciones entre adolescentes: La amistad entre adolescentes se caracteriza por la
sinceridad, el altruismo, la delicadeza. Se precian de tener los mismos gustos
y opiniones, se imitan, se tienen mutua confianza, se quieren con exclusividad,
se sacrifican unos por otros.
Entre
ellos predominan los grupos primarios, se reúnen con frecuencia, participan de
las mismas diversiones, peligros y emociones. El grupo proporciona a los
adolescentes bienes diversos:
- Les da sentimiento de seguridad, protección y solidaridad.
- Facilita las amistades
- Es una escuela de formación social
- Ayuda a emanciparse de sus padres
- Reduce el conjunto de frustraciones.
-
Desarrollo sexual: La sexualidad del adolescente no es sólo un fenómeno psico -
fisiológico, sino también socio – cultural. Los valores, costumbres y controles sexuales de la sociedad en
que vive el adolescente determinan en gran parte su actitud y comportamiento psicosexual.
Todos los
adolescentes en un momento dado se preocupan más o menos de su desarrollo
sexual pero de ello no hablan espontáneamente sino en un clima de gran confianza. La tensión sexual que tiene
todo adolescente es el resultado de tres tipos de estimulantes que operan de
forma compleja: La acción de mundo exterior, la influencia de la vida psíquica
y la acción del organismo.
En la
adolescencia comienzas las primeras atracciones heterosexuales, la chica es más
corazón y el chico es más cuerpo. La chica es más
exhibicionista que el chico.
-
Desarrollo moral: La moral para los adolescentes no es una exposición de principios, ni un conjunto de convenciones sociales; es, ante
todo, un comprometer todo su ser a la búsqueda de la imagen ideal de sí mismo, donde pone a prueba la fuerza
de la voluntad, la solidez de las posibilidades y cualidades personales. Hay
algunos valores morales que ellos prefieren por ser más brillantes, más nobles
y porque exigen un don de sí más absoluto.
- El sentido del honor: sentimiento de la nobleza y de la dignidad del hombre frente al hombre.
- La sinceridad, signo de una personalidad que se afirma.
- La valentía, motor de muchos actos.
- La lealtad.
-
Desarrollo religioso: En la adolescencia se pone en movimiento exigencias particulares como el encuadramiento del
propio yo en un mundo que tiene un sentido absoluto; estas exigencias hallan
respuesta sólo en una específica dimensión religiosa. En esta edad, lo
trascendente son afirmados como tales. Sin duda que para esto influye la educación
dada por los padres, la ecuación de la escuela y el medio ambiente.
El grupo
de compromiso en la fe ahonda la religiosidad del adolescente y lo abre a los
demás.
Es la
etapa comprendida aproximadamente de los 18 a los 25 años. Es la etapa en la
que el individuo se encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su
adolescencia, aunque todavía no ha llegado al equilibrio de la adultez. El
joven es capaz de orientar su vida y de ir llegando a la progresiva integración
de todos los aspectos de su personalidad.
En el
campo del conocimiento: El joven es más reflexivo y más analítico. Es la mejor
época para el aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado
frenar cada vez más los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más
objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de
ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de
comprometerse.
En el
aspecto moral: Los valores empiezan a tener jerarquía en la que predomina la justicia y es capaz de distinguir lo prioritario y lo
urgente. Rechaza la imposición, no con agresividad sino con una sana rebeldía.
Asume una conciencia propia de sus actos y les da el valor moral que les
corresponde.
Su
desarrollo puede desembocar en la autonomía y entonces sabrá integrar a
sus convicciones personales los valores presentados por la sociedad, la religión,
el grupo y el ambiente de trabajo o de estudio.
Pero
también puede desembocar en la dependencia, entonces será arrastrado por
lo que los otros, será como un barco sin anclas en el que las olas le harán
bailar hasta que la primera tempestad le haga naufragar.
En el
ámbito vocacional: Es el momento en el que el joven se orienta hacia una
profesión, hacia el mundo del trabajo, todo se concretiza en el PROYECTO DE LA EXISTENCIA. Ese proyecto es el conjunto de
valores en el que el joven crece, le da una orientación a la propia vida y lo
orienta dinámicamente hacia el futuro.
Puede el
joven desviarse escogiendo un proyecto consumístico, egocéntrico; un proyecto
válido ha de tener en cuenta el hecho fundamental de la existencia, las
convicciones religiosas, el compromiso…
Todo esto
supone una opción inteligente y libre. En esa medida será una opción que
responda al hecho fundamental de la existencia: "ser para el otro"
será una opción de amor.
En la
vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos
sentimentales, porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el
físico de las chicas y por las chicas que llenaban determinadas cualidades,
ahora necesita amar a una sola persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida.
La joven
deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar un muchacho como es, e iniciar
un diálogo de amor auténtico.
El amor
ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un
escape, una compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona
a quien ama. Todo esto implica que el joven es ya dueño de sí, controla sus
impulsos y así se desempeña oportunamente.
Su
socialización: Frente a los demás, el joven actúa responsablemente, es decir,
haciendo uso de su libertad es capaz de responder de cada uno de sus actos, de
tener conciencia de lo que dice y hace en orden a la realización del proyecto
de vida. Esto significa que el joven:
- Asume la vida como tarea
- Es consciente de su solidaridad con los demás
- Está convencido que su vida es para los demás
- Está abierto a nuevas responsabilidades
El joven
va concluyendo la emancipación de la familia mientras que se abre cada vez más
a múltiples relaciones sociales. Descubre las ideologías y se orienta por un
ideario político, pero también entra en conflicto ante diversas pretensiones
totalizantes que lo llevan a relativizar todo (para él vale tanto Julio César,
como Mao, Jesucristo o Mahoma). Otro peligro es caer en la politiquería.
Desarrollo
religioso del joven: En el joven se verifican profundas transformaciones en el
pensamiento religioso. Así, el joven fundamenta críticamente la religión con
mayor base motivacional, pero también puede acentuar su crítica sobre determinadas formas institucionales que se
oponen al ideal de un pueblo de Dios en marcha.
Para
algunos jóvenes la visión religiosa del hombre y del mundo puede servir de
soporte a la autonomía moral. A las antiguas motivaciones de origen parental
(es malo porque está prohibido por los padres) o de rigen social (es malo
porque está prohibido por el grupo o la sociedad) se sustituye la mueva motivación racional y religiosa (es malo porque está contra
el orden establecido por Dios para la realización del hombre).
En esta
época se presentan las dudas religiosas. Aquí hemos de distinguir entre una duda
positiva y otra negativa. La duda positiva es de la persona que busca una más
grande verdad, desarrollando una función de ulterior maduración. La duda
negativa, en cambio, es síntoma de una personalidad religiosa en crisis fruto de un pasado religioso harto de
dificultades.
El joven
al ingresar a la universidad o a un centro de estudios superiores, se encuentra
con una serie de ideologías que pretenden dar una explicación exhaustiva del
hombre y del mundo. Frente a este fenómeno el peligro es el de querer
relativizar todo.
Es la
etapa comprendida entre los 25 a los 60 años aproximadamente, aunque como es
sabido, su comienzo y su término dependen de muchos factores personales y
ambientales.
En esta
etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo
biológico y psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan relativamente
firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden
darse en la realidad.
Así, hay
adultos de firme y segura personalidad capaces de una conducta eficaz en su desempeño en la vida; hay otros de una personalidad no tan
firme ni segura; finalmente existen los que adolecen de una pobre y deficiente
manera de ser (personalidad) que los lleva a comportamientos ineficaces y hasta
anormales.
El adulto
maduro se distingue por las siguientes características:
- Controla adecuadamente su vida emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor serenidad y seguridad que en las etapas anteriores.
- Se adapta por completo a la vida social y cultural. Forma su propia familia. Ejerce plenamente su actividad profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la actividad.
- Es capaz de reconocer y valorar sus propias posibilidades y limitaciones. Esto lo hace sentirse con capacidad para realizar unas cosas e incapaz para otras. Condición básica para una conducta eficaz.
- Normalmente tiene una percepción correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para comportarse con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.
El adulto
inmaduro presenta características completamente opuestas:
- Es contradictorio en su comportamiento (incoherente) y no controla sus reacciones emocionales.
- No percibe la realidad tal como ésta es (falta de objetividad).
- Menos consciente, responsable y tolerante (falla en el trabajo)
- No se adapta adecuadamente a la vida social (inadaptado)
La etapa
final de la vida, conocida también como tercera edad, se inicia aproximadamente
a los 60 años. Se caracteriza por una creciente disminución de las fuerzas físicas,
lo que, a su vez, ocasiona en la mayoría una sensible y progresiva baja de las
cualidades de su actividad mental.
La
declinación biológica se manifiesta por una creciente disminución de las
capacidades sensoriales y motrices y de la fuerza física; las crecientes
dificultades circulatorias, ocasionadas por el endurecimiento de las arterias;
y en general, el progresivo deterioro del funcionamiento de los diversos
órganos internos.
El
anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y viviendo cada vez
más en función del pasado, el mismo que evoca constantemente, ya que el
presente y el futuro le ofrecen pocas perspectivas. Por eso es
predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente seguro.
Como
consecuencia de la declinación biológica, y por factores ambientales, también
se van deteriorando las funciones intelectuales (inteligencia, memoria, pensamiento, etc). Pero este deterioro es muy
distinto en las diversas personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad
que se conservan en excelente forma.
Los
rasgos de la personalidad y del carácter se van modificando. Los ancianos que
han tenido una adultez inmadura no saben adaptarse con facilidad a sus nuevas
condiciones de vida. Manifiestan entonces una marcada tendencia a la
desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda (especialmente a los jóvenes) y
reaccionan agriamente contra sus familiares y el ambiente social.
En
cambio, otros ancianos, que fueron adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva
situación y muchos hasta parecen exagerar el optimismo, buen humor y
generosidad. Esto se deba a que, en el fondo, en la vejez se acentúan los rasgos que distinguieron el
carácter en la adultez, por lo mismo que el individuo ya no es capaz de ejercer
un completo control y dominio de sus manifestaciones psicológicas.
En los
individuos especialmente dotados, la ancianidad es una etapa de gran
comprensión, equilibrio y productividad. Tal es el caso de personalidades ilustres que
siguieron contribuyendo activamente a la vida social y cultural de su época
cuando ya la mayor parte de sus coetáneos descansaban en sus cuarteles de
invierno.
La
ancianidad es la etapa final de la vida y de be merecer el más grande respeto,
consideración y protección.
0 comentarios:
Publicar un comentario